flotan en formas de nubes,
el mar refleja el leve
suspiro de su movimiento ancestral,
la estrella soleada y fucsia
redonda se tambalea
bajo su fuerza de gravedad,
cada instante, único e irrepetible
se muere y vuelve a nacer
y nace y vuelve a morir.
Ningún lamento
es cierto por dentro
sólo la voz de los pájaros
que en bandadas infinitas
vuelan sin cesar.
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