Mariume
habla con las cosas,
con el
bife, la sartén, el aceite.
Los reta.
Les dice : “Noo”, “Chee”.
Mariume le
dice a las papas:
“ ¿pero,
qué hiciste?”.
Les habla.
Con su
camisa de barquitos y gaviotas.
De fondo,
la tele habla.
Dice que
hubo muertes y choques
en un fin
de semana trágico.
Pienso en mi
fin de semana;
mágico,
lunar, espacial y atemporal.
En el ritmo
interno de cada cual,
y el de la
tierra también.
El sol me
da vida,
mientras
las mariposas huelen las flores naranjas,
de
primavera.
Por mi
cabeza, voces.
Voces de la
tele, voces de la médica,
mirándome
como anormal.
Gracias por
la conciencia,
pero quiero
seguir a mi corazón.
Se necesita
un poco de aire, río, agua, árboles, sol,
montaña,
silencio, sonido de pájaros, y hojas de árboles,
para poder
relamente escucharlo, y a sus latidos.
En
Unquillo, mirando los autos pasar.
Que cada
día no es un día mas,
que cada
día hay que trabajar,
Que cada
día.
Mariposas,
butterfly, schmeterlinge, maripouse.
Te recuerdo
amigo,
Te recuerdo
sensación,
Ahora y
acá,
Bajo el sol
iluminador.
Con
paciencia por esta vida,
Sin prisa,
pero sin pausa.
Toco una
canción en el piano,
se llama
“noche estrellada”,
que sería
la mezcla perfecta entre Pau y yo.
La última
vez que la toqué fue hace cuatro meses,
inspirada
en una noche espectral.
A pesar del
paso del tiempo,
la seguía
escuchando en mi cabeza.
Tan
melancólica y estrellada,
Canción con
aire de verano.
(unaNaTI)