Tronos de oro en pisos de cal.
Mueren como monos en jaulas de
cristal.
¿En dónde estarán las almas del mar?
Un fuerte viento del norte se las
llevó,
sin preguntar.
Quiero en una flor tu risa dibujar
y que todos la conozcan,
sea acá o sea allá.
Algún día todas volverán,
si es que los dioses dejan de jugar.