Enormes almas desembarcan hacia islas misteriosas.
Una vida y muchas vidas confluyen como olas en el aire,
danzan y danzan con el océano al brillo del sol.
Enormes almas desembarcan hacia islas misteriosas.
Una vida y muchas vidas confluyen como olas en el aire,
danzan y danzan con el océano al brillo del sol.
Por el camino más largo
desdibujé líneas de presurosas aves,
hacia el libre cauce de un río Paraná,
inmortal.
Dame una razón
para seguir creyendo.
Es tan incierto
el abismo que hoy siento.
En un mundo cada vez más necio,
encontraré la paz en tus brazos.
Un camino hacia el abismo más profundo
donde poder encontrar la espiral.
Una sombra saluda y vuela por la ventana.
Un templo se abre con llave de estrella de Sirio.
La magia del misterio se colorea en mis dedos,
Y la luna, su luz de hogar pleno, su mirada nocturna,
cenizas de un fuego transformando el tiempo en la
sensación
de volver a ser.
Ella emprendió su vuelo fantástico,
su cuerpo ya no es alma.
Entre lágrimas de ensueño preparamos el ritual al mundo
intraterreno,
en una noche de San Juan,
cuando el solsticio nos lleva adentro,
a la tierra junto al cuarzo y el árbol de las ancestras.
Con luz de luna, canciones, aguaflorida y llantos entre
risas, parte,
acercándome a la fugacidad de la eternidad.
Ahora su forma se deforma en telas de araña
en rincones invisibles.
Tronos de oro en pisos de cal.
Mueren como monos en jaulas de
cristal.
¿En dónde estarán las almas del mar?
Un fuerte viento del norte se las
llevó,
sin preguntar.
Quiero en una flor tu risa dibujar
y que todos la conozcan,
sea acá o sea allá.
Algún día todas volverán,
si es que los dioses dejan de jugar.
Un océano de estrellas tras la ventana,
el
latir del tiempo llevándonos
al
arte del encuentro con el viento de verano
y
el fiel amor,
la
fe de esto que somos y seremos.
En
un soplo imperceptible
iluminaremos
la infancia con canciones.
El
arroyo canta su dulce melodía
lo
escucho desde el caos de una ciudad hundida.
Calma
en lo espectral de la tormenta
calma
en medio de estos rayos
que
caen y nutren de luz las almas
que
entran y salen
retornan
y parten.
A
veces el pasado aparece y desaparece
y
los relojes en las sombras
traman
inventos de desconsuelo
para
estas enamoradas de lo único
de
lo otro.
Ella
caminó sin miedo por ciudades invisibles,
cuando
todo parecía embarrarse en lodo azul
la
lluvia lavó sus sueños.
Crepúsculo
eléctrico que silva en el viento,
un
millón de años luz para ver nacer ese color en sus ojos
como
la primera vez,
siempre.
se
topó con el azaroso venir de los míos,
en
un vaivén de sinceridad
hablamos
de la vida,
sin
conocernos ni conocer
el
misterio del azar.
Azar te pregunto:
¿existe la casualidad?
¿es sólo causalidad?
Que estemos
coincidiendo
en lo mágico de las
palabras
y su creación de
realidad.
Entonces,
con una sonrisa que respira aire de serranía,
me
duermo entregada al íntimo ritmo del mundo
y
sus sueños de azahar.
la soledad de retornar
una y otra vez,
para curar la herida
primordial
dulce abandono original
hacia la ilusión de un
sentir.
Señales que se
evanescen,
y el dolor enseñándome
a ser más valiente.
Extraña sensación de no
pertenecer a este mundo,
y a la misma hora,
abrazarlo,
en cada detalle.
Luna de amanecer en
Aguascalientes.
Brilla la oscuridad de tanto abismo sideral.
Enciende la antorcha
polar,
nuestra caída, fugaz.
Más allá de cualquier
aislamiento
existe un espacio para
encontrar la magia de mi ser
en este viaje sin
tiempo
Olvidados y reemplazados
son los esfuerzos
ardorosos
de aquellos soñadores
sigilosos.
Ni tampoco las
circunstancias.
en leves sollozos
callados.
Tres niños
saltan de una dorada cucheta al incesante mar,
mirando
dentro del cometa ríen, sin cesar...
Un globo
verde danza entre sus manos,
juega como
planeta etéreo...
Libres y
sonrientes
inocentes y
primorosos...
El viento y
el aire bailan al son de una minúscula hoja.
La vida es
esto:
una mañana
alegre de lluvia salada
que
besa la boca de la tierra
en su
constante respirar.
En torbellinos de color
vuelan mitológicos seres por el espacio.
Un mundo de imaginación
nada más que pura ficción
para salir un rato de este lugar, y su estertor.
Bello ángel llévame lejos,
sólo por hoy.
Bello ángel que derrama brillos de esplendor,
ficciones de colores
dioses sin tiempo.
Esta tarde me perdí y te vi,
sol central
escapándote tras las olas del pacífico.
En un café árabe presentí
en la forma de la borra
un misterio de papel sucumbir
finalizar el viaje o eternizarlo.
Encontrarse bajo el tenue rosa violáceo del horizonte
mientras el futuro anochece en el aire limeño.
Infancia tiempo pasado
infancia momentos borrados
infancia inocente amor
infancia en un cuaderno pegada.
Un colibrí negro aletea por toda la casa.
Una noticia llega,
Ciquito está en las estrellas
y lo recordamos con amor.
Su cuerpo se hará tierra
y su alma un picaflor.
Entrelazar partículas mientras jugas
en lo infinito de la oportunidad.
Estremecer la madeja volviendo a tejer
constelaciones de brillos apareciendo
al atardecer.
Viendo bien lento la enredadera crecer
y mecerse el niño en la cuna.