Somos una unidad que danza de alegría,
validando este circo de sincronías.
Somos el grito de quien ganó
y la tristeza del que perdió.
Somos los peces muertos
y también los vivos.
Somos a quien asesinan por defender a las mujeres.
Somos el asesino y somos el jugador que sólo pensó en sí mismo
para alegrar una nación que se cae a pedazos
y quizás reviva como ave fénix,
ave que vuela y sueña con un mundo sin límites.